Primera salida nocturna para aprender a identificar anfibios por la zona agrícola de Gavà
Por Raúl Bastida.
¡Salvemos a los anfibios!
Los anfibios son uno de los grupos faunísticos en mayor declive a nivel mundial y local. Por causas que todavía no se han acabado de dilucidar, más del 30% de especies se hallan en peligro de extinción, según la UICN. Se ha achacado al cambio climático, a la contaminación, a algún tipo de hongo y a la pérdida de hábitat, pero lo cierto es que la desaparición de comunidades enteras en cortos periodos de tiempo es un enigma para los científicos. Además, un 85% de los 100 anfibios más amenazados reciben ninguna o poca protección.
En el Delta del Llobregat la situación no es menos crítica, a pesar de ser un humedal, y como tal, una zona propicia. A mediados del siglo XX se tenía constancia de la presencia de al menos 6 especies, de las cuales sólo dos, la ranita meridional (Hyla meridionalis) y la rana común (Pelophylax perezi) presentaban poblaciones “aceptables” a principios del siglo XXI, con la preocupante presencia de una especie introducida, el sapillo pintojo meridional (Discoglossus pictus).
Actualmente, gracias a los esfuerzos realizados durante los dos años del proyecto “Recuperación de la Biodiversidad de los Anfibios en el Delta del Llobregat” (llevado a cabo por la AsociaciónHerpetológicaEspañola, ConsorcidelDeltadelLlobregat, Ayuntamiento del Prat, y financiado por la Fundación Biodiversidad), se han conseguido aumentar los efectivos de sapo corredor (Bufo calamita) y sapo partero (Alytes obstreticians). Esto ha sido posible gracias a la cría en cautividad, a la translocación de puestas (larvas en el caso del sapo partero) y ejemplares adultos, y a la creación de balsas para mejorar el hábitat.
Cuidar de los anfibios es conservar el Delta
En este contexto la plataforma S.O.S Delta se propone dar continuidad al proyecto, en lo que a la concienciación medioambiental se refiere. En este sentido, un colectivo clave son los campesinos, dado que los campos ocupan una gran parte de los antiguos humedales deltaicos, que otrora albergaban una rica y profusa población de anfibios. Estos terrenos suelen contener puntos de agua como balsas y abrevaderos que, debidamente acondicionados, pueden posibilitar la reproducción de anfibios y también evitar convertirse en trampas mortales. La idea es, pues, el contacto con los agricultores para concienciarles de su papel en la recuperación de estas poblaciones que tantos beneficios aportan, por ejemplo, en el control de plagas.
Para promover este proyecto, organizamos un censo nocturno por la zona agrícola de Gavà, el 20 de abril, en el marco del ciclo de actividades de SOS Delta y DEPANA 2012. Esta es la zona agríocla comprendida entre la Murtra, la C-31 y el Camí del Mar, que forma parte de la ampliacióndelaIBADeltadelLlobregat (ImportantBirdArea) de 2011. Se caracteriza por una densa red de acequias en una zona esencialmente de huerta.
La excursión congregó a unas 15 personas que disfrutaron de una atmósfera crepuscular, que ensalza la belleza y serenidad del paisaje deltaico, y favorece la observación de una fauna que aprovecha este momento del día para desarrollar su actividad. Así, la primera sorpresa no tardó en llegar.
Imagen de un canal rodeado de fincas y campos de cultivo, donde observamos al avetorillo al fondo (Eva Yus)
Maniobras orquestrales en la oscuridad
Nada más cruzar el primer canal, mientras observábamos dos pollas de agua, en segundo término descubrimos la silueta de un avetorillo (Ixobrichus minutus). El ejemplar, un macho adulto, aguantó estoico muestras exclamaciones (es un ave muy esquiva) como hipnotizado por la presencia de alguna presa. De este modo pudimos contemplar a placer su hermosa librea. Cabe destacar también la presencia de un martinete (Nycticorax nycticorax) en una plantación de palmeras.
Dos garzas reales (Ardea cinerea), ardeidas comunes de las zonas húmedas pero de alimentación más versátil, aterrizaron en unos campos en busca de pequeños roedores. Otras aves las intuimos por el incansable canto, como el ruiseñor (Luscinea megarinchos) o el mirlo (Turdus merula) que aunque forestales, aprovechan las escasas manchas de bosque de la zona agrícola o incluso árboles de las fincas, para lanzar su amorosa melodía. Otras sombras aladas que nos acompañaron fueron los vencejos (Apus melva) y los murciélagos Pipistrellum pipistrellum. No faltaron los insectos que querían cantar como pájaros, o al menos casi los confundimos con otro habitante de la noche, el chotacabras.
Por último las más esperadas criaturas se oyeron en la distancia, varios individuos de rana común (Pelophylax perezi) que pasaban del solo a la coral in crescendo, en la ansiosa melodía prenupcial de los machos. Aunque fueron las estrellas de la noche, la poca diversidad de especies escuchadas puso de manifiesto la precariedad de la situación de los anfibios en el Delta y la necesidad de seguir trabajando por su conservación y recuperación.
Rana común (Cortesía de Albert Montori)
Agradecemos la asistencia de todos los participantes. A Albert Montori (Asociación Herpetológica Española) y a Enric de Roa (Consorcio del Delta del Llobregat) el apoyo y confianza depositados. A Esther Millán por la dedicación para poner el proyecto en marcha. A Albert Montori también la corrección de la crónica y la fotografía.
El escarabajo verde – El silencio de la charca, tv2.
Amfibis i rèptils del Delta del Llobregat, web de Albert Montori y cols.
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Crónica de la última salida de la plataforma SOS Delta, dedicada a los anfibios, un proyecto nuevo que estamos lanzando en el Delta del Llobregat. En breve en catalán.